En las últimas dos décadas, hemos visto grandes avances en la tecnología de elaboración de cerveza y también en la adopción de tecnologías de automatización por parte de las cerveceras. Estas compañías han centrado su atención en mejorar su eficiencia y, gracias a ello, cerveceras de todos los tamaños han conseguido aumentar el rendimiento de la materia prima, reducir la duración de los ciclos de los lotes y mejorar la calidad de sus productos.
Es muy probable que las operaciones de su empresa ya estén llevando a cabo una producción de cerveza automatizada moderna capaz de realizar de forma fiable todos los procesos programados. Pero ¿es suficiente con eso? ¿Su modelo de producción le está ayudando a poner en marcha un proceso de mejoras continuas o le indica cómo podría mejorar la producción?
Un paso más en la eficiencia de las cerveceras
Si ya cuenta con un sistema de automatización sólido y probado, lo siguiente que puede hacer para mejorar su elaboración de cerveza es sacar todo el partido posible a sus análisis de procesos.
Por ejemplo, ¿su sistema actual le ofrece cuadros de mano e informes históricos que le permitan comparar lotes con facilidad? De no ser así, debería hacerlo. Si consigue que los datos de su cervecera tengan más visibilidad, podrá monitorizar el proceso —actual y pasado— y mejorarlo. También evitará de este modo que los operadores tengan que hacer cálculos manuales que ralentizan todo el proceso.
Sin embargo, no crea que esta recopilación y análisis de datos en todas sus operaciones supone una gran carga, solo es elaborar la cerveza de forma inteligente. Revise hoy mismo su proceso e identifique dónde están los mayores cuellos de botella. A continuación, empiece por ellos. Y, si consigue mejorar el proceso, escale las mejoras a partir de ahí.
Una de las áreas que ofrece una gran oportunidad de mejora en la eficiencia de los lotes es el proceso de fermentación. Un proceso que realizará mejor cuanto mejor entienda y controle variables como el tiempo, la temperatura, la carga y la capacidad de refrigeración.
Por ejemplo, ya conoce el perfil general de fermentación de la cerveza ale: debe fermentar durante 10 días a 18 ºC. Cualquier cambio en estas variables también cambiaría los puntos de ajuste en el control de temperatura, en la refrigeración a tiempo, en el volumen de rellenado y en el tiempo de fermentación primaria. Y lo haría en una receta que ya funciona bien, por lo que lo más lógico es seguir utilizándolos.
Pero ¿y si consiguiéramos esos objetivos en menos tiempo? Los análisis predictivos pueden detectar maneras de mejorar la eficiencia que no eran evidentes y que son fácilmente implementables en operaciones de cualquier tamaño.
Tal vez su receta le indique que un lote debe permanecer 10 días fermentando para conseguir el resultado deseado. Pero ¿y si en 8 días consiguiera la misma cantidad de alcohol y el mismo perfil de sabor? La monitorización manual no identifica con precisión tendencias como esta, pero un análisis que estudiara los datos de tendencia podría avisarle de que redujera en 2 días el tiempo de la receta, una reducción que podría tener un efecto dominó sobre la capacidad y la eficiencia global de la cervecera.
Existen muchas otras oportunidades de mejora en los procesos de este tipo, dirigidos por datos, mejoras que abarcan desde el triturado a los tanques de acabado y que también pueden eliminar los desechos en la producción de cerveza. La fermentación y el filtrado son los lugares obvios por los que comenzar. Pero también hemos visto a cerveceras sacar partido a estos análisis en los ámbitos más periféricos de su negocio, como, por ejemplo, en los suministros de energía o de agua.
Algunos de estos fabricantes llevan mucho tiempo en el negocio y buscan detectar nuevas maneras de mejorar la eficiencia de sus cerveceras. Otros, en cambio, tratan de que su elaboración de cerveza sea sostenible y de mejorar su comportamiento corporativo en procesos que utilizan grandes cantidades de agua y calor.
Se trata de un área en la que un conocimiento en profundidad puede causar gran impacto. Piense en ello. ¿Sabe qué cantidad de agua y de calor se utilizan en un proceso CIP (clean in place)? Estos sistemas, gracias al análisis de los datos de flujo, de temperatura y de tiempo, pueden reducir el tiempo de enjuague y esterilización y disminuir de forma significativa la cantidad de agua y calor utilizados en la fabricación, sin que ello tenga impacto en la calidad del producto.
La industria aún está descubriendo las posibilidades de los análisis. Pero tiene claro que la mejora en la eficiencia de las cerveceras es real. Así que piense un momento en el efecto dominó que podría tener un ahorro de solo cinco minutos en cualquiera de los pasos del proceso, lote tras lote, cocimiento tras cocimiento, año tras año.
Y, precisamente, por tratarse de un territorio desconocido para muchos cerveceros es muy importante elegir al socio adecuado. A la hora de elegirlo, considere aquellos que le ofrezcan paquetes completos de soluciones, que vayan de los sensores a los análisis pasando por el software. Y, por supuesto, con conocimientos profundos de elaboración de cerveza y de otras industrias intensivas en procesos.
Un conocimiento que no olvida revisar y analizar las nuevas áreas que no dejan de aparecer en la producción de cerveza automatizada. Nos gustaría que se pusiera en contacto con nosotros. Háganos saber cuáles son sus mayores retos y nosotros nos centraremos en las mejores soluciones para sus operaciones.
Fuente: www.rockwellautomation.com
Cerveceras más eficientes gracias a los análisis de procesos
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