La transformación digital está afectando a toda la economía, caminamos sin pausa a una sociedad digital donde las empresas tendrán que aprovechar la tecnología a su disposición y el ciudadano se moverá indistintamente en entornos físicos y digitales alternando según el momento y complementando ambas experiencias.

La digitalización debe alcanzar a todos los sectores de la organización, porque ya no solo es un objetivo, es una estrategia clave y tiene que formar parte de la operativa y el negocio, a través de la innovación, el talento y las nuevas tecnologías.

La transformación digital de la empresa la afecta en sus dos vertientes, por un lado en la mejora de la eficiencia en la gestión y los procesos, lo que llamamos digitalización externa, y, por otra, en la relación con el mercado y los potenciales consumidores, la digitalización externa. La mejora de la eficiencia en la gestión y la mejora de la competitividad y el crecimiento son las dos palancas en las que la tecnología puede ayudar a construir un proyecto empresarial sostenible.

Otro aspecto que no podemos olvidar es tener un equipo con las competencias digitales necesarias y la motivación para afrontar el proceso de cambio con compromiso y perseverancia.

Existen algunas tendencias tecnológicas que son trasversales a todos los sectores. Todos los sectores económicos están viviendo un incremento de la importancia de la gestión de los datos, tanto para en análisis para la toma de decisiones como para la segmentación de clientes y campañas. Esa relación bidireccional de Smart Data con Monitorización y reputación está produciéndose en toda nuestra economía.

Innovaciones tecnológicas

Sin embargo, otras innovaciones tecnológicas están viviendo procesos aceleradores de adopción en ciertos sectores mientras que en otros la incorporación es más paulatina. La crisis provocada por la Covid-19 ha acelerado en general todos los procesos de transformación digital, pero también ha provocado cambios en las prioridades y en algunos aspectos tecnológicos. Pensemos por ejemplo en todo el mundo de las pantallas táctiles de uso compartido, ascensores, puntos de información turística, puntos de atención al cliente en retail… Lo que antes se veía como innovación y mejor servicio al cliente ahora será percibido como un riesgo innecesario.

Veremos en todos los ámbitos posibles el triunfo de los comandos por voz frente a las soluciones que impliquen contacto físico.

Otra de las tecnologías que está viviendo una expansión exponencial será todo lo relacionado con la IoT, Internet de las Cosas. Sectores como la agricultura inteligente, la logística, y la seguridad son algunos de los que ya no podemos concebir sin el uso de estas tecnologías.

Automatizar procesos y análisis

En el ámbito de la seguridad, el objetivo es automatizar procesos y análisis, que los sensores y cámaras nos permitan descubrir patrones de comportamiento anómalos. Cualquier cámara de vigilancia o sensor de movimiento puede identificar no solo movimientos sino por ejemplo el uso de mascarillas, pasamontañas o sistemas de ocultación, pero también pueden tener –como ya ocurre en los aeropuertos– sistemas que detecten movimientos erráticos o no habituales por parte de los pasajeros.

Hasta ahora se han ido digitalizando los procesos de toma de esos datos, ahora nos enfrentamos a la irrupción de los sistemas de Inteligencia Artificial que permitirán tomar decisiones de forma autónoma. De tal forma que la identificación de ciertas situaciones genere de forma automática las acciones necesarias para neutralizar ese riesgo en seguridad.

Así podríamos seguir analizando sector a sector, identificando los aspectos comunes y los aspectos específicos. La irrupción de esta crisis sanitaria ha provocado cambios inesperados que nos obligan a reanalizar la situación y el impacto que ha tenido en cada sector. Han sido muchos los cambios y todavía hay muchas incógnitas sin despejar, por lo que tendremos que ir avanzando paso a paso.